Para ser sincero, cuando se anunció esta trilogía fue una gran noticia ya que podríamos volver a ver a este monstruo gigante en una nueva adaptación. Donde la animación 3D y los nuevos recursos gráficos nos podrían entregar una gran película. Donde las bestias colosales no tendrían límites para pelear.

Siendo sincero la saga de películas no fue lo que los fanáticos de Godzilla esperábamos. Dentro de la primera película pudimos notar cómo la sobrecarga de diálogos dejaba de lado lo importante que podía ser entregar una experiencia  desde la animación, teniendo  un excelente apartado gráfico.

Para la segunda película fue aún menos claro lo que estaba sucediendo ya que a través de retrospectivas y recuerdos de lo que fue el pasado, junto a la llegada de seres de otro planeta para salvar a los humanos de la inminente destrucción por manos del monstruo nuclear.

Además de lo anterior no se aporta mucho más a la trama, abordando aspectos sobre los avances tecnológicos y explicaciones de por qué la raza humana tuvo que huir de la Tierra.

Tomando en consideración lo de la segunda película ya para la tercera entrega ocurre un cambio rotundo ya que se nos presenta al Kaiju King Ghidorah, como una bestia de otra dimensión donde el culto de una de las razas extraterrestres lograba invocarlo a través de rituales de sacrificio y masacre.

Estas tres películas tenían muy buenas intenciones de mostrar una trama nueva y fresca con respecto a lo que son los argumentos ya conocidos en una película de Godzilla, pero en su intención perdió muchas oportunidades de hacer una gran Saga, quedando en el olvido. Planteándonos un film lleno de diálogos extensos, poca acción y un par de peleas entre monstruos gigantes que sin duda alguna deja con ganas de más.